Ricardo Pérez de Rueda, lucha y trabajo al servicio del equipo.

RICARDO PEREZ DE RUEDA. Hablar del Club Baloncesto Guadalajara es hablar de Ricardo Pérez de Rueda, uno de los entrenadores que más contribuyó en el crecimiento del baloncesto y el club en la década de los años 80 y principios de los 90.

Un entrenador que, de la mano de Juan Manuel Hueli, llegó a Guadalajara en la temporada 1984/85, una época complicada donde los medios económicos no abundaban y donde le tocó trabajar duro para luchar por la permanencia de un equipo recién ascendido, en una competición exigente como era la Primera "B" de entonces. Sufrió mucho, pero tuvo la mala suerte de descender al final de temporada en su primer año en la categoría. En su segunda temporada conseguiría su primer y único ascenso como entrenador del club morado a la Primera División, donde dejaría el equipo hasta su marcha a principios de los años noventa.

Ricardo estuvo hasta la temporada 1990/91, muchos años de duro trabajo con el primer equipo y en las escuelas de baloncesto, ayudando en la formación de jóvenes jugadores y entrenadores como José Luis Peinado, Fernando Merchante y Manuel López Carbajal, jóvenes entrenadores que después también han contribuido en la formación de jugadores y entrenadores en los últimos años.

Es el entrenador que más años estuvo en el banquillo morado con siete temporadas seguidas y en la mejor época del baloncesto alcarreño, hasta que el club decidió cambiar de entrenador tras muchos años en el banquillo y el convenio firmado con el Real Madrid hacía que pusiese punto y final a su etapa en Guadalajara.

Un entrenador que dejó un recuerdo imborrable en la ciudad y el club, donde hizo un gran trabajo y que a pasado a formar parte de la historia del deporte de la canasta en Guadalajara como uno de los más grandes de la historia del club morado.

A día de hoy Ricardo vive y disfruta del baloncesto, familia y su nieto en tierras andaluzas donde también imparte charlas en los cursos de entrenadores de la federación andaluza.

Otro pequeño homenaje más a este gran maestro de los banquillo, que contribuyo al desarrollo del deporte de la cansata en una época dura y de muchos cambios en Guadalajara.